Hace no mucho tiempo, Boca casi que se arrastraba en el campo de juego, no proponía desde la tenencia de pelota, no generaba situaciones de gol y hasta incluso ganaba partidos sin ejecutar un tiro al arco. Cuando empataba o perdía, aparecían las dudas y los cuestionamientos porque la realidad no puede taparse ni siquiera con alguna clasificación histórica, que debe seguir siendo festejada.
Desde la llegada de Sebastián Battaglia, un entrenador joven que está dando sus primeros pasos en la profesión, el equipo dio un giro y mostró aspectos interesantes que merecen ser destacados: los marcadores centrales aparecen frecuentemente en mitad de cancha, los laterales se ofrecen en ataque, los volantes creativos no se esconden y el número 9 siempre está cerca del gol.
«Juguemos simple, a dos toques, rápido», grita el DT desde el banco de suplentes. La indicación parece tener poco concepto, pero dice mucho. Ya no se ve a aquel Boca apatíco, monótono y dependiendo pura y exclusivamente de alguna individualidad. Ahora, se priorizan las sociedades, las triangulaciones y las combinaciones, algo elemental para que un equipo de fútbol esté más cerca de la victoria.
El Xeneize atraviesa un importante periodo de recambio, pero no deja de tener las exigencias de siempre y es aquí donde el trabajo del «León» se hace aún más varolable. En apenas 12 días disputó 3 partidos y demostró estar a la altura: el proceso es largo, aún quedan muchos aspectos a mejorar, pero la intención de ser protagonista en cualquier cancha está clara. Y no es poca cosa para los tiempos que corren.
Fuente: Diaro AS
